elprofe: EL SUSTANTIVO

EL SUSTANTIVO



INTRODUCCIÓN:

SIN PALABRAS


Puesto que las palabras no son sino nombres de las cosas, sería bastante más cómodo que cada uno llevase consigo las cosas que le sirven para expresar los asuntos de los que pretenden hablar. Muchos, entre los más cultos y sabios, han adoptado el nuevo sistema de expresarse mediante las cosas; el único inconveniente es que, si hay que tratar asuntos complejos y de índole diversa, uno se ve obligado a llevar encima una gran carga de objetos, a menos que pueda permitirse el lujo de que sus asistentes se los lleven. Otra gran ventaja que ofrece este moderno sistema es que puede utilizarse como lenguaje universal que puede ser comprendido en todas las naciones civilizadas. De este modo los embajadores estarían en condiciones de tratar con los príncipes o ministros, aun desconociendo por completo su lengua.                                                                                                                                                                                                                      JONATHAN SWIFT, Los viajes de Gulliver, III, 5


EL SUSTANTIVO


DEFINICIÓN:

1. SEMÁNTICAMENTE: Los nombres o sustantivos son esas palabras con las que designamos a las personas, animales, cosas, ideas, sentimientos y sensaciones.


2. LEXICOLÓGICAMENTE: Es una palabra de inventario abierto.


3. SINTÁCTICAMENTE: Es núcleo de una frase nominal cumple diferentes funciones.

                                   La señora salía de la reunión.
                                         sust.                   sust.


4. MORFOLÓGICAMENTE: Es una palabra variable que presenta accidentes gramaticales de  género y número.


CLASES


Desde el punto de vista semántico se divide en:

A. COMUNES O CONNOTATIVOS.- Son aquellos que designan a los seres u objetos refiriéndose a sus cualidades.


                        árbol - campo - fiesta - río


Se sub clasifican en:


1. Concretos.- Señalan objetos materiales que se encuentran en el mundo físico como seres independientes y tangibles:

                                   perro    -           coche   -           almohada

2. Abstractos.- Indican cualidades, sentimientos o acciones pertenecientes al mundo real; pero no presentan dimensiones físicas individuales:

                        paciencia          -           bondad            -           niñez    –          pureza

3. Individuales.- Dan una idea de cantidad unitaria o de singularidad:

                                   silla      -           pez       -           árbol

4. Colectivos.- Dan idea de cantidad conjunta:

            • Conj. de peces                      :           cardumen
            • Conj. de sillas                       :           sillería    
            • Conj. de plumas                    :           plumaje    
            • Conj. de obispos                   :           concilio   
            • Conj. de cardenales               :           cónclave
            • Conj. de leyes                       :           código          
            • Conj. de tallos                       :           macolla        
            • Conj. de ruedas                     :           rodaje        
            • Conj. de islas                        :           archipiélago  
            • Conj. de bueyes                    :           boyada


B. PROPIOS O NO CONNOTATIVOS

Son los que designan a los seres sin aludir a sus cualidades.  Nombran al objeto diciendo cómo se llama individualmente:

                        Chacalón, Mirella, Ivonne, Rocinante

C. OTRAS CLASIFICACIONES

1. Locuciones Sustantivas.- Grupos de palabras unidas para designar a un ser, un objeto.


            luna de miel                  pata de cabra               uña de gato
            ojo de buey                  piedra de toque

2. Por su Origen


            a. Primitivos.- No derivan de otro sustantivo


                        Sol - mar - pluma


            b. Derivados.- Provienen de otros sustantivos:


                        solar - marino - plumaje
                        poetastro - pajarito - cabezón
                        raigambre - florero - librería
                        pollada - terreno


Los derivados pueden dividirse en:

• Aumentativos:
casa -casona, libro- librote.

• Diminutivos:
silla - sillita, isla - islote, pie - piececito, etc.

• Despectivos:
comida - comistrajo, pueblo - pueblucho, etc.

• Patronímicos:
López (de Lope), González (de Gonzalo), Álvarez (de Alvar), etc.

• Gentilicios:    Indican el lugar de procedencia:
Betlemita (de Belén), Jerosolimitano (de Jerusalén), Malgache (de Madagascar), etc.



ACCIDENTES NOMINALES DEL SUSTANTIVO
A. EL GÉNERO Es una clasificación gramatical que divide a los sustantivos en masculinos y femeninos.

            Se subclasifican en:

            1. Forma fija

                        Masculino :

                        pus - caparazón - calor - cortaplumas - odre

                        Femenino :

                        dínamo - apendicitis - agravante - índole

            2. Por su terminación

                        diácono - diaconisa
                        abad - abadesa
                        monje - monja
                        alcalde - alcaldesa
                        rey - reina

            3. Por el artículo

                        el testigo - la testigo
                        el cónyuge - la cónyuge
                        el artista - la artista

            4. Heterónimos

                        hombre / mujer
                        yerno / nuera
                        caballo / yegua
                        carnero / oveja
                        chivo / cabra

            5. Epiceno
                        Para animales no diferenciados nos servimos de la oposición macho - hembra :

                        tortuga macho - tortuga hembra
                        jilguero macho - jilguero hembra


            6. Ambiguos

                        Pueden ser masculinos o femeninos

                        el apóstrofe / la apóstrofe
                        el mar / la mar
                        el azúcar / la azúcar
                        el tizne / la tizne

            7. Homónimos

                        Diferencian su significado por la oposición en el género :

                        el capital (dinero) / la capital (ciudad)
                        el clave (instrumento) / la clave (solución)
                        el cólera (enfermedad) / la cólera (sentimiento)
                        el cometa (astro) / la cometa (juguete)
                        el génesis (biblia) / la génesis (origen)
                        el radio (línea) / la radio (sistema)

B. EL NÚMERO

            El número en el sustantivo puede ser singular o plural.

            HOMBRE     –    HOMBRES
            (singular)         (plural)

ACTIVIDADES

RECONOCIMIENTO DE SUSTANTIVOS

TEXTO 1
Cuenta una antigua fábula india que había un ratón que estaba siempre angustiado, porque tenía miedo del gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió... en gato.
Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera.
Con lo cual comenzó a temer al cazador.
Llegando a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: “Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón.”

TEXTO 2
            Un avaro enterró su oro al pie de un árbol que se alzaba en su jardín. Todas las semanas lo desenterraba y lo contemplaba durante horas. Pero, un buen día, llegó un ladrón, desenterró el oro y se lo llevó. Cuando el avaro fue a contemplar su oro, todo lo que encontró fue un agujero vacío.
El hombre comenzó a dar alaridos por el dolor, al punto que sus vecinos acudieron corriendo a averiguar lo que ocurría. Y, cuando lo averiguaron, uno de ellos le preguntó: “¿Empleaba usted su oro en algo?”
“No”, respondió el avaro. “Lo único que hacía era contemplarlo todas las semanas.” “Bueno, entonces”, dijo el vecino, “por el mismo precio puede usted seguir viniendo todas las semanas y contemplar el agujero.”

TEXTO 3
            Un mono y un hiena caminaban por el bosque cuando de pronto, dijo la hiena: “Siempre que paso junto a aquellos arbustos, sale de ellos un león y me ataca, no sé por qué.”
“Esta vez voy a ir contigo”, dijo el mono, “y me pondré de tu lado contra el león.”
De modo que se dirigieron juntos hacia los arbustos y, al llegar a ellos, saltó el león sobre la hiena y la atacó hasta casi dejarla muerta. Mientras tanto, el mono lo observaba todo desde un árbol al que se había encaramado en el momento en que apareció el león.
“¿Por qué no has hecho nada para ayudarme?”, le recriminaría más tarde la hiena.
“Te reías tanto”, respondió el mono, “que creía que ibas ganando.”

TEXTO 4
            A Buda parecían dejarle impávido los insultos que le lanzaba aquel visitante. Cuando, más tarde, sus discípulos quisieron saber cuál era el secreto de su imperturbabilidad, él dijo:
“Imaginad lo que ocurriría si alguien os ofreciera algo y no lo tomarais; o si alguien os enviara una carta y os negarais a abrirla: su contenido no os afectaría en lo más mínimo, ¿no es así? Pues haced lo mismo cuando os injurien, y no perderéis la calma.”
La única clase de auténtica dignidad es la que no sufre menoscabo con la falta de respeto de los demás. Por mucho que escupas a las cataratas del Niágara, no lograrás reducir su grandeza.

TEXTO  5
            Un rico musulmán acudió a la mezquita después de una fiesta y, naturalmente, tuvo que quitarse sus elegantes y costosos zapatos y dejarlos a la entrada. Después de orar, salió y los zapatos habían desaparecido.
“¡Qué descuidado soy!”, se dijo para sí. “Al cometer la necedad de dejar aquí los zapatos, he dado ocasión a alguien para robarlos. Con gusto se los habría regalado. Pero ahora soy responsable de haber creado un ladrón.”

TEXTO 6
            Un avaro había acumulado quinientos mil dinares y se sentía muy feliz pensando en el estupendo año que iba a pasar haciendo cábalas sobre el mejor modo de invertir su dinero. Pero, inesperadamente, se presentó el Ángel de la Muerte para llevárselo consigo.
El hombre se puso a pedir y a suplicar, apelando a mil argumentos para que le fuera permitido vivir un poco más, pero el Ángel se mostró inflexible. “¡Concédeme tres días de vida, y te daré la mitad de mi fortuna!”, le suplicó el hombre. Pero el Ángel no quiso ni oír hablar de ellos y comenzó a tirar de él. “¡Concédeme al menos un día, te lo ruego, y podrás tener todo lo que he ahorrado con tanto sudor y esfuerzo!” Pero el Ángel seguía impávido.
Lo único que consiguió obtener del Ángel fueron unos breves instantes para escribir apresuradamente la siguiente nota:  “A quien encuentre esta nota, quienquiera sea: si tienes lo suficiente para vivir, no malgastes tu vida acumulando fortunas. ¡Vive! ¡Mis quinientos mil dinares no me han servido para comprar ni una sola hora de vida!”

TEXTO 7
            Como buen filósofo que era, Sócrates creía que la persona sabia viviría instintivamente de manera frugal. El mismo ni siquiera llevaba zapatos; sin embargo, una y otra vez cedía al hechizo de la plaza del mercado y solía acudir allí a ver las mercancías que se exhibían.
Cuando un amigo le preguntó la razón, Sócrates le dijo: “Me encanta ir allí y descubrir sin cuántas cosas soy perfectamente feliz.”

TEXTO 8
            Una noche, dos mercaderes en joyas llegaron casi al mismo tiempo a un refugio de caravanas en el desierto. Cada uno de ellos era absolutamente consciente de la presencia del otro y, mientras descargaban sus respectivos camellos, uno de ellos no pudo resistir la tentación de dejar caer al suelo, como por accidente, una enorme perla, la cual fue rodando hacia el otro, que con afectada cortesía la recogió y se la devolvió a su dueño diciendo: “¡Hermosa perla la suya, sí señor! Grande y brillante como pocas...”
“Muy amable de su parte”, dijo el otro. “Pero , de hecho, es una de las gemas más pequeñas de mi colección.”
Un beduino que estaba sentado junto al fuego y había observado la escena se levantó e invitó a ambos a cenar con él. Y cuando empezaron a comer, les contó la siguiente historia:

TEXTO 10
            “También yo, queridos amigos, fui en otro tiempo joyero como ustedes. Un día me sorprendió en el desierto una gran tormenta que nos arrastró a mí y a mi caravana de aquí para allá, hasta que, perdido todo contacto con mi séquito, quedé totalmente aislado y sin saber dónde estaba. Pasaron los días, y me entró verdadero pánico cuando caí en la cuenta de que estaba dando vueltas en círculo sin saber en absoluto dónde me encontraba ni en qué dirección debía caminar. Entonces, prácticamente muerto de hambre, eché al suelo toda la carga que llevaba mi camello y me puse a rebuscar en ella por enésima vez. Imaginen la emoción que sentí cuando di con una bolsa que hasta entonces no había visto. Con dedos temblorosos la abrí, esperando encontrar algo de comer. E imaginen también mi desilusión cuando descubrí que lo único que contenía eran perlas...”

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